3,40€ IVA Inc.
Hay existencias
Hasta no hace mucho tiempo en casi todas las casas de las aldeas Gallegas había alguna vaca, para disponer de leche para el consumo familiar. Muchos recordamos haber ordeñado a mano alguna que otra vez, y también resultaba muy familiar encontrarnos con algún recipiente con leche cruda reposando en la fresquera o en el frigorífico, que al cabo de unas horas formaba una capa de varios centímetros de nata.
En las casas se utilizaba esta nata para hacer mantequilla. Había que batir “mazar” la nata. En las aldeas se utilizaba una especie de lechera de madera en la que se introducía un disco – también de madera- unido a un palo; en la tapa de ese recipiente había un agujerito centrado que permitía subir y bajar el disco desplazándolo manualmente, logrando con ello batir la nata y transformarla en mantequilla. Los niños disfrutábamos siguiendo este proceso y nos sorprendía y maravillaban el momento mágico en que la nata montada pasaba a dividirse en suero -líquido- por un lado y mantequilla por otro.
En Casa Grande de Xanceda mantenemos esta tradición artesanal para la elaboración de nuestra mantequilla. Trabajamos la nata cruda ecológica de nuestra granja y empezamos a batir, en primer lugar obtenemos nata montada y al seguir “mazando” llegará un momento en que se separarán suero (un líquido blanquecino) y la mantequilla, unos grumos amarillentos flotando en el este suero. Colamos el suero y nos quedamos con los granos de mantequilla, la lavamos bien con mucha agua hasta eliminar todo el suero y ya tenemos una bola de deliciosa mantequilla. Así de sencillo y natural. La envasamos para protegerla de la luz y evitar que se oxide y ya está lista para saborear y disfrutar.
Antaño la mantequilla se conservaba y protegía enrollada en hojas de berza , y con esta verde y fresca presentación se vendía en los mercados.
Las altas temperaturas, la luz y el aire, favorecen su oxidación, formando una capa superficial de color amarillo oscuro que se recomienda eliminar antes de su consumo.
Debido a su delicado sabor y aroma, la mantequilla es muy sensible a los sabores más fuertes de otros alimentos. Para conservar la mantequilla en su mejor estado, siga las siguientes recomendaciones:
– Conserve la mantequilla en su envoltura o protección original hasta que esté a punto de usarla.
– La mantequilla también se puede congelar, así se conservará bien durante dos meses
– Para que se pueda untar fácilmente, retírela del refrigerador unos diez minutos antes de usarla.
La mantequilla es uno de los productos lácteos más fáciles de hacer, especialmente con el uso de cocinas modernas. La mantequilla cruda de vacas alimentadas con pasto es especialmente nutritiva y es considerada por los seguidores de la dieta nativa como un súper alimento. Es importante que te asegures de que tu leche cruda proviene de una excelente fuente, donde se siguen las pautas de manipulación de leche cruda y toda la operación es limpia, ya que no existe tratamiento térmico en la fabricación de la mantequilla.
Si bien es una buena idea consumir mantequilla con moderación, cuando se hace con nata de vacas alimentadas con pastos, tiene virtudes que van más allá de su rico sabor. Como la mantequilla es rica en ácido linoleico conjugado (CLA), un ácido graso beneficioso que protege contra algunas formas de cáncer. El CLA reduce el colesterol total y reduce la aterosclerosis en los animales. La mantequilla de vacas alimentadas con pastos también contiene altos niveles de vitamina E y beta-caroteno (que es responsable del color amarillo en la mantequilla). Lo mejor de todo, la mantequilla ecológica casera proporciona un sabor brillante, puro, sin aditivos ni conservantes.
Debes acceder para publicar una reseña.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.